Casillas, has ganado

La limpieza de vestuario que quiso hacer Mou en el Real Madrid resultó con un escalón impasable: Iker Casillas. El de Móstoles, el hijo prodigio de España y el yerno que toda suegra quisiera tener ganó la guerra con la ayuda de sus amigos los medios de comunicación, y entre todos lograron retomar el mando del club.

Todo empezó hace años, Casillas a partir del 2008 si no es que más atrás ha venido bajando su nivel constantemente, aunque de vez en cuando haga un paradón y desde los despachos de los periódicos intenten vendernos al santo. Sus actuaciones han ido empeorando y lo que es peor aún, cada vez se le veía más amargado en el campo, preocupado de sus asuntos personales y de renacer cada vez que le tocaba vestir la camiseta de "La Roja", donde se le veía con otra cara distinta.

Pero claro, es el "intocable", el que ha mamado madridismo desde la cuna y el que merece jugar por decreto; o al menos es la idea con la que a muchos madridistas les han terminado por convencer. Claro, ha día de hoy sigo esperando que uno de estos madridistas sean de los que siguen el equipo día a día informándose de la actualidad del club y no precisamente por los medios de desinformación.

Mourinho hizo lo que un amplio sector del madridismo pedía a gritos, darle un golpe de atención sentándolo y además consiguiéndole una competencia que lo hiciera espabilar. ¿Cuál sería la reacción del que se dice ser capitán del Real Madrid? Tenía dos caminos: currárselo y demostrar que era el que estaba para jugar, o crear una guerra silenciosa y ayudado por sus amigos de la prensa destronar a la persona que se le ocurrió verlar por los intereses del equipo.

El final no hace falta ni contarlo; Casillas tomó el camino fácil y con el que se ganó la antisimpatía de un buen sector del madridismo (no todos tienen una venda en los ojos). De ahí que la guerra del periodismo ante el entrenador se volcara insoportable: descalificaciones, insultos y provocaciones incesantes día a día y de programa en programa.

Mourinho lo dejó claro, su perfíl idóneo de guardamenta era uno parecido al de Diego López, que va bien por alto, juega con los pies y domina el área; cosas que por cierto Iker jamás aprendió a hacer. Sus grandes habilidades eran los reflejos, esos que con el pasar de los años fue perdiendo, hasta llegar el punto de hacer de estátua en muchos goles encajados.

Y claro; muchos me han dicho que el perfíl de Iker se vio en la fase final de temporada, sufriendo desde el banquillo. No voy a poner en duda algo que no me consta (sus sentimientos), pero es tan fácil como retroceder más atrás en la misma temporada, y ver cómo en gestas heróicas como la remontada al Manchester City en el Bernabéu, fue prácticamente el único que parece no haberse contagiado de la alegría que invadía cada rincón del madridismo. ¿Por qué a raíz de su suplencia comenzó a mostrar más interés? ¿Qué pensaba cuando empezó a regalar camisetas, guantes firmados en cada partido y pararse a firmar autógrafos en Valdebebas cuando nunca en su vida lo había hecho? ¿Era parte de su guerra silenciosa?. Guerra silenciosa que por cierto proseguía en las redes sociales desde hace tiempo dando likes en Instagram a su novia periodista Carbonero cuando filtraba información o dejando puyitas como que le gustan las pipas con sal, cuando es de saber que el "piperismo" como se le suele denominar a este sector es de las peores males del Bernabéu, que lo convierten en casi un teatro de no ser por los ultra sur.

Y no, los defensores madridistas de Casillas son muy pocos; muchos han visto la realidad ante la evidencia. De hecho, pueden comprobar por sí mismos en su facebook oficial; se encontrarán con la gran curiosidad que los mensajes de apoyo hacia él suelen iniciar del tipo:

"Soy del Atleti pero defiendo a Iker ", "Soy culé pero es una injusticia lo que hacen contigo". 

¿Desde cuándo que la afición rival lo adora? Hay que hacérselo ver, eso solo explica que no has hecho nada bien en tu club, que te falta carácter y te queda grande el brazalete de capitán, del que por cierto se supone que es para salir a dar la cara, a calmar los ánimos, decir que están con el entrenador y que lucharán hasta el final. Pero no, solo lo ha utilizado para ser el mediador en la "paz" entre jugadores de la selección entre jugadores del Real Madrid y Barcelona, haciendo llamadas a su colega Xavi.

En fin, si el próximo entrenador será igualmente cuestionado por tomar decisiones propias en beneficio del equipo y una de ellas es considerar que Casillas no está para ser el titular, ¿Para qué buscamos perfíles de técnicos? Si igualmente será Iker quien controle a su gusto y antojo quién debe y no jugar.